La facilidad de acceso es uno de los principales motivos por los que empresarios y propietarios buscan un motor de puerta corredera. Actualmente esta facilidad de paso ha cobrado aún más protagonismo debido a la Covid-19 que está incrementando la necesidad de garantizar la seguridad e higiene en todos los locales.
Motivos para poner un motor de puerta corredera
Las puertas correderas son uno de los modelos más demandados a nivel particular y comercial. Encontramos puertas correderas en farmacias, tiendas de alimentación, de moda, bares y restaurantes, pero también en oficinas y como acceso a viviendas particulares.
En el ámbito comercial y como hemos comentado antes es lógico que se busque una mejor forma de acceso al interior. Este es por tanto el principal motivo para buscar un motor de puerta corredera.
Disponer de este sistema permite a los propietarios de un negocio atraer clientela. Tener las puertas abiertas o simplemente que se abran ante la cercanía de un cliente es una clara invitación a pasar al interior. Y una vez dentro es más fácil que se realice alguna compra o se consuma un producto.
Estos eran los motivos clásicos para poner un motor de puerta corredera, pero a día de hoy hay que añadir la seguridad en la salud. La crisis del coronavirus está cambiando nuestra forma de comportarnos y una medida para evitar los contagios es no tocar puertas y pomos. El gasto en la automatización de puertas es una inversión rentable.
Acertar con el motor
La siguiente cuestión es qué modelo de motor es el que hay que poner a cada puerta. Motores para puertas correderas hay muchos y por eso es esencial contar con la ayuda de expertos para escoger el más adecuado para cada situación.
En Elymar nuestros profesionales cuentan con amplia experiencia en el ámbito de los automatismos y sabrán aconsejarle para que disponga del motor que mayores prestaciones y mejor funcionalidad tenga.
Para escogerlo hay que tener en cuenta las dimensiones de la puerta, el material del que está hecho (cristal, aluminio, hierro), la ubicación y el volumen de tránsito de personas y vehículos.
Además de esto, también hay que pensar en las prestaciones que más nos pueden interesar como el control de la velocidad de apertura y cierre, la sensibilidad en la detección de personas, los raíles o sistemas de detección de obstáculos entre otras posibilidades.