Cómo funciona una puerta automática de garaje 

Las vemos por todas las poblaciones y en todo tipo de entornos, las puertas de garaje. Pero ¿sabemos realmente cómo funciona una puerta automática de garaje? Probablemente no. Para que sepas cómo funcionan, qué ventajas te van a traer y qué mantenimiento te van a reclamar te lo explicamos de manera sencilla. 

Cómo funciona una puerta automática de garaje

Las puertas automáticas de garaje funcionan con un kit de motorización que se instala en el marco y la hoja de la puerta. Gracias a la energía eléctrica el motor abre y cierra la puerta sin que el usuario tenga que realizar ningún esfuerzo. 

El consumo de energía es poco ya que los automatismos están diseñados con la última tecnología para optimizar los recursos al máximo

El consumo mínimo de los motores para puertas de garaje es de entre 200 y 800 W. De media los motores consumen unos 250 W y hay que recordar que solo gastan cuando están en funcionamiento, que ronda los 25 o 30 segundos. 

Por supuesto, la potencia necesaria para articular la puerta depende de diferentes factores como el tamaño, el peso y el sistema de apertura. 

Al accionarse el cuadro de mandos, la puerta se abre o cierra. Este proceso puede ser a través de un pulsador o de otros sistemas de control remoto como llave magnética, de  contacto, tarjetas de proximidad o a través de una aplicación móvil mediante sistema biométrico. 

Ventajas de las puertas automáticas

Es evidente que al disponer de una puerta automática de garaje la accesibilidad queda garantizada, pero no es la única ventaja que vas a disfrutar. 

Además, se consigue mayor seguridad en la propiedad. La puerta nunca queda abierta y se evita que puedan entrar en la finca personas ajenas. 

Otro punto positivo es que ayuda a mejorar la eficiencia energética. Por un lado los motores están diseñados para optimizar el uso de energía y por otro, al mantener la puerta abierta solo el tiempo necesario evitan un gasto excesivo de energía para la ventilación. 

El mantenimiento de puerta de garaje

Las actuales puertas de garaje no demandan apenas trabajos de mantenimiento. Basta con mantener limpios los accesos de hojas, papeles y demás cosas que pueden entorpecer el desplazamiento de la puerta. 

Cada 2 meses suele ser recomendable engrasar el motor y lubricar las bisagras, cerraduras y pestillos. También conviene vigilar el buen estado de los piñones, rodillos, ruedas y demás partes del sistema de motorización. Y en caso de fallo técnico mayor, hay que consultar con un especialista. Nunca te pongas a desmontarlo.