Las prestaciones y vida útil de una puerta de garaje o portal pueden ser mayores si se cuenta con sistemas de apertura automática adecuados.
Actualmente existen diferentes modelos y versiones que permiten dar una respuesta correcta a cada necesidad. Para una elección adecuada es importante tener en cuenta el modelo de puerta, las dimensiones, el material, la frecuencia de uso de la puerta o la ubicación.
A partir de estos datos la elección de los sistemas de apertura automática será más sencilla.
Principales sistemas de apertura automática
Entre las diferentes posibilidades las más habituales son:
- Mando a distancia
- Pulsador
- Tarjeta de proximidad
- Llave magnética
- Biométrica
El mando a distancia es sin duda uno de los sistemas de apertura automática más usados para puertas de garaje. El motivo es que es un método eficaz y cómodo. Ya sea para una puerta de garaje comunitaria o de uso privado gracias a este sistema se controla la puerta sin tener que bajarse del coche e incluso sin necesidad casi de pararse del todo.
Basta con presionar un botón y el portón se abrirá a abrirá permitiéndonos pasar cómodamente.
El pulsador es otra opción que permite pasar cómodamente sin tener que bajar del coche. Sin embargo, es preciso pararse y aproximarse a la zona donde esté situado el botón de apertura. El sistema de apertura automática mediante pulsador es muy común además de en garajes, en portales, puertas de acceso a zonas restringidas de hospitales, laboratorios, fábricas y almacenes.
Los sistemas de apertura automática mediante tarjeta de proximidad o llave magnética presentan bastantes similitudes. Para accionar su mecanismo hay que acercar la llave a un lector situado cerca de la puerta. Estos métodos garantizan que solo tendrán acceso a la zona restringida las personas acreditadas para ello.
Sistemas de apertura de máxima seguridad
Para aquellos lugares en los que la seguridad es muy importante los sistemas de biometría son los más adecuados. Estos mecanismos utilizan tecnología avanzada para reconocer la huella dactilar o la pupila del ojo. Solo con este reconocimiento se acciona el sistema de apertura o cierre de una puerta.
Cualquiera de estos sistemas resulta muy cómodo y efectivo, así que la elección de uno u otro dependerá en gran medida de las necesidades y gustos personales.
