Tener una piscina en casa es un privilegio. Si quiere alargar el tiempo de disfrute una solución es instalar una cubierta adosada para piscina.
Gracias a este sistema de cierre se crea un ambiente más propicio para poder darse un baño en la piscina fuera de los meses más calurosos. El sistema de cubierta adosada para piscina está indicado en aquello casos en los que la zona de baño está cerca de las paredes de la vivienda o cuando está cerca de uno de los muros que limitan la finca. Es decir, en las ubicaciones cercanas al menos a un punto de apoyo.
Este sistema de cubierta adosada resulta muy práctico porque ya se cuenta con una zona firme desde la que parte el resto de la estructura, garantizando su sujeción y seguridad. A partir de la pared o paredes cercanas a la piscina se pueden diseñar distintos modelos de cubierta. Cada producto se realiza a medida, de manera que se pueden atender todas las necesidades del entorno y los gustos de cada cliente.
Por tanto, pueden crearse cubiertas adosadas para piscinas que sean fijas, en las que el grueso de la estructura permanece fijo y se juega con puertas y ventanas para facilitar el paso y dejar entrar el sol y el aire fresco.
Pero también existe la posibilidad de hacer cubiertas adosadas para piscinas que sean móviles. Es decir, en las que se instalan una estructura acristalada que se extiende o recoge según las preferencias del cliente. Aquí las posibilidades son muchas. Se pueden hacer cubiertas rectas, con inclinación tipo tejado a un agua, semicirculares… Las opciones son también muchas en cuanto a los tipos de cristales y a las estructuras, más anchas, más estrechas, con tramos grandes o más pequeños… a gusto de cada persona. En cuanto a los materiales uno de los que mejores resultados está dando es el aluminio, ya que es un material resistente y a la vez ligero que permite hacer todo tipo de estructuras en cualquier color.