Los automatismos para puertas presentan muchas ventajas que los convierten en unos elementos casi esenciales para ciertos tipos de puertas.
Los automatismos para puertas resultan ideales para puertas de grandes dimensiones, como por ejemplo, puertas de garajes, de almacenes, de locales comerciales o portales. Aunque la instalación de diferentes modelos de mecanismos de apertura y cierre también puede resultar adecuada en puertas pequeñas de tamaño estándar.
En cualquiera de los casos entre las principales ventajas se encuentran:
- Facilidad de manejo. Los automatismos para puertas suponen sobre todo facilidad de manejo. En el caso de las puertas de grandes dimensiones es muy importante; por ejemplo, una puerta de garaje de una comunidad suele ser una puerta muy grande que resultaría demasiado pesada para abrirla y cerrarla de manera manual. Lo mismo pasa con las puertas de los muelles de un almacén que además tienen un tránsito elevado de vehículos y mercancías.
- Comodidad. Otro de las aspectos que hacen de los automatismos un elemento clave es la comodidad y lo prácticos que son. A través de distintos modelos de apertura se accionan facilitando el paso de vehículos y/o personas. En el caso de las puertas de garaje se manejan sin tener que bajarse a abrir o cerrar la puerta. Para las puertas, por ejemplo de un comercio o un restaurante, los automatismos invitan a los clientes a entrar facilitándoles el paso cuando van cargados.
- Seguridad. Los automatismos para puertas son también una garantía de seguridad. Están realizados con tecnología avanzada que asegura su buen funcionamiento y se convierten en un elemento esencial para tener la tranquilidad que solo la accionarán las personas que posean la llave.
- Buena climatización. Por último destacar que contar con puertas con automatismos es sinónimo de buena climatización. En las puertas de acceso a comercios, tiendas o zonas de hospitales u oficinas, contar con este sistema garantiza que la puerta solo se abrirá cuando se accione o cuando se detecte a una persona, permaneciendo el resto del tiempo cerrada y contribuyendo así a mantener la climatización que se desea para el interior del local.