Puertas de garaje automáticas, lo que debes conocer

La comodidad de no tener que bajarse del coche para entrar y salir del garaje no tiene precio. Para disfrutar de esta funcionalidad con las mayores prestaciones lo mejor es reunir la máxima información posible sobre las puertas de garaje automáticas.

Ventajas de los sistemas automáticos

Tanto en comunidades de vecinos como en viviendas particulares la opción de instalar puertas de garaje automáticas es cada vez más común. El motivo no es otro que las ventajas que supone este sistema de apertura.

Entre las mejores que se disfrutan está por supuesto la comodidad. Poder abrir la puerta de forma remota es un avance que gusta a todo el mundo y sobre todo en situaciones climatológicas adversas como lluvia o nieve. 

Gracias a los distintos sistemas de apertura se puede acceder al garaje con un mando a distancia, ya sea con código fijo o evolutivo, mediante un pulsador situado cerca de la puerta o con llaves de contacto, magnéticas o tarjetas de proximidad.

También existen opciones menos tradicionales pero de gran seguridad como el apertura a través del teléfono o mediante un sistema biométrico.

Otra de las grandes ventajas de las puertas de garaje automáticas es la agilidad de paso que proporcionan a las comunidades de vecinos o centros de trabajo. Gracias a este sistema mecánico la entrada y salida de vehículos es mucho más sencilla y rápida, evitando aglomeraciones y atascos ante la puerta de entrada.

Seguridad

Un aspecto que también hay que tener en cuenta es la seguridad. Con las puertas de garaje automáticas se garantiza que solo accederán a la finca las personas autorizadas.

Cualquiera de los sistemas de apertura que se instalen está diseñados para que solo funcione con la clave correcta y al contar con la última tecnología no es posible alterarlos.

Tipos de puertas

En cuanto a las los modelos de puertas que se pueden automatizar, prácticamente en todos es posible. Hay motores para puertas batientes, basculantes, seccionales, enrollables o correderas.

Cualquiera que sea el sistema de apertura del que se disponga se puede automatizar. Además la incorporación del automatismo es posible aunque la puerta esté ya instalada. Las obras de adaptación son pequeñas, no causas apenas desperfectos y en seguida están operativas.