Puertas eléctricas o electrificadas ?

Las puertas eléctricas desde su invención en la década de los años 20 han revolucionado el acceso a las casas, locales y garajes.

Las puertas automáticas o puertas eléctricas, que no hay que confundir con electrificadas, están completamente integradas en nuestra vida. Las ventajas que nos han proporcionado son tales que las consideramos ya casi una parte más de algunos modelos concretos.

Para todos los accesos

Esta opción de mecanizar las puertas de acceso se puede instalar en diferentes espacios. De esta forma encontramos puertas eléctricas en accesos a garajes, almacenes, grandes locales comerciales y pequeños negocios.

Pero también son muy comunes en los accesos comunitarios como portales de comunidades de vecinos y dentro de las instalaciones hospitalarias o de oficinas.   

Ventajas de las puertas eléctricas

Para entender por qué son tan demandadas lo mejor es hacer un repaso de las ventajas que traen a nuestro día a día.  

Entre los beneficios de instalar unas puertas eléctricas está sobre todo la comodidad que aportan. En cualquier ubicación que se encuentren permiten entrar y salir sin tener que realizar grandes esfuerzos para manipular la puerta.

Accesibilidad

Se facilita el paso aunque se vaya cargado con paquetes o maletas y, por supuesto, mejora la accesibilidad al permitir el paso a personas con problemas de movilidad que vayan con muletas, sillas de ruedas o carritos infantiles.

El ahorro de tiempo es otra de las ventajas que proporcionan las puertas eléctricas. Esta mejora es notoria en el caso de las puertas de garaje. Al abrirse de manera automática no hay que pararse y bajarse del coche agilizándose así el paso de los vehículos y evitando atascos en los garajes comunitarios.

Seguridad y bajo coste de mantenimiento

A estas ventajas se pueden sumar las relacionadas con la seguridad. Las puertas eléctricas garantizan que el paso se permita solo a las personas autorizadas o con llave contribuyendo a la tranquilidad de los vecinos y dueños de locales.

Por otro lado, cabe destacar el poco mantenimiento que demandan los automatismos. La tecnología empleada garantiza su correcto uso durante muchos años y apenas hay que realizar ajustes o cambios relacionados con el mantenimiento.