El objetivo de las puertas correderas es mejorar la accesibilidad, sin embargo a veces la guía de suelo para puerta corredera se convierten en un obstáculo. La solución es tan fácil como instalar una modelo de guías que queda empotrado en el suelo o escoger una variedad de portón que no necesite guía.
Comodidad de acceso
Las entradas a garajes de comunidades de vecinos, de centros de trabajo o comerciales soportan a diario un alto volumen de tránsito. Garantizar la agilidad de paso es esencial para este tipo de accesos y las puertas correderas son una buena elección.
Las puertas de garaje de tipo corredizo permiten habitar entradas amplias. Un paso cómodo que pueden compartir dos vehículos como entrada y salida del parking. Este sistema de acceso encaja en garajes cerrados en los bajos de un edificio como en una valla perimetral de un recinto.
Escoge tu guía de suelo para puerta corredera
Como hemos destacado anteriormente para mejorar la accesibilidad a los aparcamientos hay diferentes opciones. Una de ellas son las guías de suelo para puerta corredera empotradas en el suelo. Con un sencillo trabajo el carril se encaja en el suelo, quedando a ras de tierra para no molestar ni convertirse en un obstáculo.
Esto es muy importante en el caso de que el acceso de los vehículos sea también usado por los peatones, ya que una guía que sobresale puede provocar caídas que pueden acarrear serios problemas a los propietarios del inmueble.
Otra de las opciones para evitar obstáculos en los puntos de entrada y salida del garaje es una puerta corredera sin guías inferiores. Son puertas con una guía superior que permite que la hoja de la puerta se deslice correctamente sin desviarse de su trayectoria. Además, tienen la ventajas de que no demandan trabajos de instalación del carril inferior y agilizan la instalación de la puerta.