Claves para elegir motor de puerta seccional de garaje

Las puertas seccionales son una de las mejores elecciones para garajes y cocheras donde el espacio no es muy amplio. Y si añades un sistema de automatización, las ventajas son más. A continuación te comentamos algunas de las claves para elegir motor de puerta seccional de garaje. 

Una puerta que encaje en todos los espacios

Una de las características de las puertas seccionales es que se pueden instalar en entornos muy diferentes. Por eso, cuando vamos a hacer una reforma, las posibilidades que brinda el sistema seccional ayudan mucho, porque se acoplan sin problema en huecos rectangulares, inclinados, con arco de medio punto…

Esto se debe al diseño con lamas de aluminio de distintos anchos que se unen mediante un sistema de bisagras. El ancho de las lamas se puede cambiar dependiendo del espacio y de las preferencias de cada persona 

El motor de una puerta seccional de garaje

En el mercado vas a encontrar muchos modelos diferentes. Por eso es normal que surjan dudas a la hora de escoger el más adecuado. Para acertar, nuestro consejo es que acudas a tu tienda de confianza, ellos mejor que nadie te van a explicar qué necesitas. 

La potencia de un motor de puerta seccional de garaje se calcula a partir del peso y dimensiones de la puerta. La potencia debe ser suficiente para mover las hojas sin dificultad, pero tampoco debe ser excesiva. Tener potencia de más solo es un desperdicio de energía y un gasto innecesario. 

Al escoger el motor hay que tener en cuenta si la puerta seccional de garaje se abre verticalmente o de manera lateral. Aunque lo habitual en estas puertas es la apertura vertical también existe la otra opción que es más desconocida. 

Prestaciones

Los kit de motorización ofrecen distintas prestaciones. Por ejemplo, Regulador de velocidad de apertura y cierre, sistema antiaplastamiento o retenedores. Sensores de movimiento que paran la puerta en caso de detectar una presencia. 

También ofrecen distintas posibilidades de control de apertura. Desde las clásicas llaves magnéticas o de proximidad, hasta sistemas más seguros como los cierres biométricos que se manejan desde una aplicación en el móvil.