Las puertas correderas son uno de los modelos más empleados como acceso a cocheras y parkings. Para que disfrutes durante más tiempo de una puerta en perfectas condiciones es importante que sepas cómo funciona y cómo debes mantenerla. Una de las piezas clave en esta tarea es la guía de la puerta corredera de garaje.
¿Por qué es importante la guía en una puerta corredera de garaje?
De todas las piezas y mecanismos que tiene una puerta corredera, una de las piezas clave es la guía. El sistema de desplazamiento de estas puertas se realiza a través de una guía o carril por el que discurre.
Si esta guía de puerta corredera de garaje no es lo suficientemente firme y está bien instalada puede ocasionar un mal funcionamiento y acabar por estropear la puerta.
Cuando encargamos una puerta de garaje solemos centrarnos en la hoja y el sistema de motorización y está muy bien, pero los demás accesorios y partes de la puerta también juegan un papel determinante.
En el caso de la guía es como un listón por el que se desplaza la hoja de la puerta. Debe garantizar la velocidad de apertura y cierre programada y un movimiento suave sin golpeteos.
En qué hay que fijarse
Para estar seguro de que disponemos una puerta eficiente, la guía de la puerta corredera debe:
- Estar hecha en acero con acabado en inox para que no se oxide y permanezca en perfecto estado.
- El acero de la guía o perfil debe tener un grosor suficiente para que no se deforme afectando al correcto desplazamiento de la hoja.
- La guía tendrá un perfil con el ancho adecuado para la puerta, dejando cierta holgura para que no roce al abrir y cerrar.
Además de estos aspectos es también importante la instalación. Una puerta de alta calidad mal instalada puede hacer que tiremos el dinero invertido. Y las guías desempeñan un papel esencial. Tienen que estar bien fijadas al pavimento con tornillería de calidad, a la profundidad correcta y, lo más importante, estar rectas, equilibradas para que la puerta se deslice suavemente.