En entradas de garaje las puertas correderas son uno de los modelos más comunes. Gracias al sistema de puerta corredera doble se puede habilitar un hueco de entrada más grande, por ejemplo, para el paso de dos vehículos a la vez y este modelo de puerta también resulta ideal para lugares con problemas de espacio. Pero ¿cómo funciona el sistema de puerta corredera doble? y ¿qué debo saber antes de instalar una?
El sistema de puerta corredera doble
Cuando se habla de un sistema de puerta corredera doble se hace referencia a una puerta que dispone de dos hojas. Es decir, en lugar de tener una sola hoja que se desplaza de manera paralela al muro, el espacio se divide en dos tramos.
Las dos grandes ventajas son:
- Un acceso al garaje de grandes dimensiones y fácil de manejar
- Una puerta corredera que precisa poco espacio lateral
La puerta de garaje corredera doble puede ser de tipo telescópica o pueden ser dos hojas independientes que se desplazan a ambos lados del hueco de entrada.
Funcionamiento y características
Este tipo de puertas funcionan mediante raíles que se instalan en el suelo. Sirven de guía para que la hoja se desplace por ellos al abrirse y cerrarse. Es muy importante fijar bien los raíles para que no entorpezcan el desplazamiento de la puerta. También hay que cuidar la altura del raíl para que no moleste en el paso ni impida el movimiento de la puerta.
Como la puerta se mueve por estas guías, es esencial que durante la instalación se vigile el equilibrado de las puertas. De otra manera el sistema de ruedas con rodillo, responsable del desplazamiento, no va a funcionar correctamente.
El sistemas de puerta corredera doble automatizado dispone de dispositivos especiales que garantizan un cierre suave, sin golpes bruscos que pueden acabar desequilibrando y afectando al correcto funcionamiento de la puerta. Tanto el impulso de arranque como el de parada son suaves.
A las prestaciones se añaden otras, como la que obliga la actual normativa, que consiste en un sistema antiaplastamiento. Un mecanismo que ante la presencia de un obstáculo para la trayectoria de la puerta evitando el golpe y aplastamiento. Y, por supuesto, las puertas dobles disponen de diversas versiones de control de accesos para atender a las diferentes necesidades de seguridad.