Las puertas automáticas mejoran la calidad de vida de los usuarios facilitando el acceso, eliminando la barrera arquitectónica que supone en sí la puerta y a la vez añaden más seguridad a la finca. Te contamos qué necesitas para instalar una fotocélula en una puerta automática.
Para instalar una fotocélula en una puerta automática
Disfrutar de las ventajas de la automatización de puertas no es solo para aquellos que compran una puerta nueva. En el mercado hay diferentes modelos de automatización que se pueden acoplar a puertas ya instaladas.
Para ello solo hace falta un motor, un sensor y corriente eléctrica. Lo demás son las obras de instalación que, por regla general, en un día queda listo y sin ocasionar grandes desperfectos.
Su funcionamiento
Como hemos dicho antes hay automatismos para los diferentes tipos de puerta. El motor se coloca en la parte superior, abajo o en uno de los laterales. Y el sensor o fotocélula se conecta al motor que es el que se encarga de abrir y cerrar la puerta.
La orden de apertura de la puerta llega a través del mando a distancia o cualquier otro sistema de llave. Y el cierre automático se produce cuando el sensor, pasado un tiempo que el usuario determina, no detecta ningún obstáculo en su radio de acción.
Dependiendo de los modelos suelen emplearse dos tipos de sensores:
- Los sensores por infrarrojos activos. Estos sensores requieren de al menos un transmisor y dos receptores con sistemas ópticos integrados en un chip .Se emite una señal entre transmisor y receptor que se rompe cuando la fotocélula detecta un obstáculo y entonces cuando se abre la puerta.
- Sensores de microondas. Cuando se instala una fotocélula para una puerta automática con sensores de microondas, las ondas electromagnéticas emitidas por una transmisor de radiofrecuencia se dirigen a una antena, a techo, suelo o paredes que las reflejan de vuelta al receptor. Y cuando aparece un obstáculos, la frecuencia emitida cambia y se da la orden de apertura.