Disponer de puertas automáticas es una ventaja que todo el mundo quiere disfrutar. Si estás buscando automatismos para puertas batientes, te contamos cómo funcionan, en qué ubicaciones se pueden instalar y los beneficios de los que vas a disfrutar.
Cómo funcionan los automatismos para puertas batientes
Los automatismos para puertas batientes son sistemas relativamente sencillos que se instalan entre el marco de la puerta y la hoja. Mediante un brazo extensible el motor abre y cierra la puerta.
Para evitar portazos y golpes los motores suelen disponer de un sistema de retención, una especie de freno que amortigua el golpe final. En el caso de los portales se llama cierrapuertas y dispone de un sistema que permite regular la velocidad y potencia del cierre. De esta manera se asegura que la puerta nunca quede abierta, aumentando así la seguridad de la finca.
Qué puertas motorizar
En cuanto al tipo de puerta batiente que se puede automatizar, hay muchas opciones.
- Entradas a garajes (privados o comunitarios)
- Puertas y vallas perimetrales
- Portales
Hay una amplia variedad de kits de motorización adaptados a la diversidad de tamaños y pesos. Para escoger el adecuado, con las mejores prestaciones y la potencia necesaria para manipular la puerta de manera cómoda y segura, lo mejor es pedir el consejo de personal cualificado.
Así no vas a desperdiciar potencia ni te vas a quedar corto y tener un funcionamiento deficiente.
Principales beneficios
Al instalar automatismos en puertas batientes, se obtienen muchos beneficios. Uno de ellos es, por supuesto, la accesibilidad. Al disponer de una puerta automática, el tránsito es más sencillo y cómodo, ya sea en un garaje o en una valla perimetral.
Otra ventaja es la seguridad. Al contar con un sistema de autocierre se evita que la puerta quede abierta y que cualquier persona ajena a la propiedad pueda entrar.
Por último hay que añadir el ahorro energético. Aunque una puerta automatizada gasta electricidad su consumo es muy bajo y sin embargo, contribuye a optimizar el consumo de energía en el interior del local, ya que al cerrarse la puerta automáticamente el contacto entre exterior e interior es poco.