Un cierre automático de puertas es a día de hoy la mejor solución para ahorrar energía y, por tanto, ahorrar dinero. Los motores se adaptan a puertas de nueva fabricación y a las que ya están instaladas, solo es cuestión de escoger el modelo que mejor encaje con lo que se necesita.
Cómo se ahorra con un cierre automático de puertas
Puede parecer que la motorización de una puerta no influye a la hora de reducir el gasto de energía, pero sí lo hace y además de manera notable. Una puerta que permanece abierta después de que haya pasado un coche o personas es un punto abierto de encuentro entre la temperatura exterior e interior.
Esto provoca que el sistema de calefacción o de refrigeración tenga que trabajar más para mantener la temperatura fijada para el local. Y esto es, obviamente, más gasto energético y más dinero.
Un cierre automático de puertas permite controlar el tiempo de apertura de la puerta y asegura que la hoja se cierra pasado un tiempo establecido.
Cumplir con la normativa vigente
Además hay que recordar que desde el pasado 30 de septiembre es de obligado cumplimiento disponer de un cierre automático para todos los edificios y locales con acceso desde la calle. Normativa que está dentro del Real Decreto-ley 14/2022 que recoge distintas medidas para el ahorro y gestión energética.
¿Qué tipo de cierre necesito?
En cuanto al modelo de automatismo hay muchas opciones. Según el modelo de apertura de la puerta: batiente, seccional, corredera, enrollable… Y también la ubicación y destino de la misma, por ejemplo, una puerta de un negocio o un punto de acceso a un garaje.
A esto hay que sumar las prestaciones o extras que se quieran incluir. Como tipo y grado de seguridad de las cerraduras, sistemas de detección de presencia y de movilidad, y un largo etcétera de medidas de seguridad como bloqueo automático, sistema antiaplastamiento …