Variedad en motores para puertas enrollables de garajes

Los motores para puertas enrollables de garajes son la solución perfecta para mejorar la accesibilidad y garantizar un tráfico fluido. Este modelo de apertura se suele instalar en lugares con problemas de espacio porque la hoja al quedar recogida en la parte superior, junto al techo, deja libre todo el espacio lateral. 

Otro de los motivos para motorizar las puertas enrollables es que su manejo es más fácil. Sobre todo en el caso de puertas de garaje grandes, como las comunitarias o las de uso privado que dan acceso a dos vehículos.

Motores para puertas enrollables de garajes 

Para mecanizar estas puertas existen diferentes opciones de motorización. La diferencia radica principalmente en la potencia, que en la mayoría de los casos va ligada a las dimensiones y al peso de la puerta

Este aspecto es muy importante, ya que un error muy común es escoger un motor de gran potencia pensando que así la puerta funcionará mejor. Sin embargo, esto no es así. Cada puerta necesita una potencia acorde a sus características y un exceso de potencia solo es un desperdicio de fuerza y de dinero. Para acertar en la elección, te aconsejamos pedir ayuda a expertos. 

Garantizar la seguridad

Además de la comodidad de paso que proporciona una puerta automática, los motores contribuyen a aumentar la seguridad. Por un lado, la seguridad de un tránsito de vehículos y personas sin sobresaltos. Para ello los motores disponen de sistemas de retención y anclajes de seguridad que aseguran que la hoja de la puerta quede bien fijada ya sea subida por completo o a media altura. 

Otra opción de los motores para puertas enrollables de garajes es un sistema de detección de movimiento. Gracias a él ante la presencia de un coche o una persona el sistema de cierre se detiene y se evitan golpes o entrezamientos.

Control de accesos

Por último cabe destacar las diferentes opciones que ofrecen los motores para puertas enrollables de garajes en control de accesos. A la opción más sencilla de un simple pulsador, se suman los mandos a distancia y  las tarjetas de proximidad o magnéticas.

La opción más novedosa es el control mediante un sistema de control biométrico asociado a la huella dactilar. Una forma de controlar la apertura y cierre de puertas mediante el teléfono móvil sencilla, cómoda y que no se puede copiar.