Un buen motor de puerta de garaje te evitará mantenimientos, ¿cuál elegir?

Uno de los objetivos de un automatismo es mejorar la calidad de vida, así que escoger un buen motor de puerta de garaje es esencial para disfrutar de un correcto funcionamiento.

La calidad importa

Al pensar en instalar un sistema de motorización para un garaje, la calidad importa y mucho. Cuando un motor de puerta de garaje se ha realizado con materiales de calidad, se ha ensamblado correctamente y se han empleado los últimos avances tecnológicos, tenemos un producto que funcionará a la perfección y que lo seguirá haciendo durante mucho tiempo.

Además, la ventaja de instalar un motor de puerta de garaje bueno es que no precisa casi mantenimiento. Si cada pieza del motor es buena, resiste el desgaste del uso continuado sin resentirse.

Elección de motor

Una vez asumida la importancia de las calidades llega el momento de escoger un motor de puerta de garaje concreto. La oferta de productos es amplia y el problema reside en saber discriminar entre todo lo que se nos ofrece.

Una de las maneras de acertar es confiando en marcas conocidas. No por el mero hecho de que un nombre vaya a garantizarnos buenos resultados, sino porque en este sector la reputación de una marca se logra con buenos productos.

Entre las firmas que actualmente comercializan buenos motores están Motorline, Erreka, Portis, Hörmann, Faac…

Poco mantenimiento

Cualquiera de los motores de una de estas marcas tendrá una vida larga y exigirá poco mantenimiento tanto en cuidados físicos como en gastos económicos.

Pero esto no quiere decir que haya que olvidarse del motor sin más. Aunque sea un producto de calidad hay que seguir unos consejos para prolongar su vida.

Entre ellos está mantener el entorno de la puerta limpio de hojas, tierra o papeles. Así los railes y guías no se dañarán con elementos extraños.

Nunca hay que forzar la puerta. A lo mejor consideramos que va muy despacio, en todo caso se puede variar la velocidad de movimiento, pero nunca empujarla.

Hay que proteger la puerta y el motor de posibles golpes ya que estos acaban afectado al sistema de movimiento y a los diferentes ensamblajes.

Por último, es importante lubricar según las indicaciones del fabricante los engranajes y hacer las revisiones periódicas por parte de personal cualificado.