Para el acceso a oficinas y lugares públicos las puertas de cristal son una elección acertada. Gracias a la actual combinación de marcos de aluminio y cristal se pueden hacer puertas muy grandes que dejan entrar la luz exterior a la vez que permiten ver el hall o interior del local.
Sin duda estas son algunas de las ventajas más importantes que pueden reportar las puertas de cristal, pero también tienen otras como ahorro energético, ya que al entrar luz natural contribuyen a ahorrar costes de energía eléctrica.
También hay que tener en cuenta que resultan muy estéticas y contribuyen a tener una imagen moderna. Los actuales diseños de puertas automáticas de cristal se adaptan a las necesidades de cada cliente y se pueden combinar amplios paneles fijos de cristal con puertas de una o dos hojas, como marcos en aluminio en diferentes colores y acabados.
Otra de los aspectos positivos de las puertas automáticas de cristal es que permiten mantener una adecuada temperatura en el interior. Gracias a los distintos automatismos de apertura y cierre se puede controlar la velocidad de apertura y la detección de personas. Este último aspecto es muy importante para asegurar la accesibilidad a todo tipo de personas a las oficinas o locales públicos. Los sensores detectan la aproximación de alguien y se abre de manera automática facilitando el acceso a personas en silla de ruedas, con muletas, personas con carritos de bebé o simplemente cargadas.
Pero las puertas automáticas de cristal no son solo para accesos a la calle, también se pueden instalar en el interior de los locales o en las oficinas. Resultan muy útiles para separar, pero ejemplo, zonas en pasillos de hospitales o el acceso a zonas restringidas en laboratorios. En Estos casos los mecanismos de apertura se suelen accionar mediante un botón o con otros sistemas como códigos de seguridad.
Para este tipo de puertas de cristal las opciones más habituales son las puertas correderas de una o dos hojas, pero también se pueden instalar puertas batientes, que con distintos mecanismos como sistemas hidráulicos o electromagnéticos, entre otros, resultan muy resistentes para puertas de uso intensivo.