Puerta corredera y climatización, tándem perfecto

Tener la temperatura adecuada en el interior de tu negocio permite tener un ambiente saludable y acogedor. Para controlar la climatización es fundamental el aislamiento y evitar las fugas por puertas y ventanas. Con una puerta corredera la climatización de tu local será mucho más eficiente. 

Puerta corredera, climatización eficaz

Si te preguntas porque el tándem puerta corredera y climatización son una buena solución te lo explicamos brevemente. Uno de los puntos de fuga del calor o del fresco del interior de una tienda o local a pie de calle es a través de la puerta. Cada vez que se abre hay un intercambio entre el aire del interior y del exterior que hace variar la temperatura. 

Cuando se dispone solo de una puerta batiente manual se corre el riesgo de que la hoja quede abierta y el punto de intercambio de temperaturas se prolongue. Sin embargo, con una puerta corredera la climatización se consigue controlar reduciendo el tiempo de apertura de la puerta. 

Los diferentes modelos de automatismos para puertas disponen de sistemas que permiten variar la velocidad de apertura y cierre de la hoja. Así, dependiendo del tamaño de la puerta y de la afluencia de público se puede reducir o ampliar el tiempo que permanece abierta la puerta.

Opciones de puerta corredera para la climatización

En cuanto a los modelos de puertas correderas hay varias opciones. La más usada para locales comerciales a pie de calle suele ser una puerta de una hoja de vidrio transparente. De esta forma se amplía la visibilidad del interior de la tienda, convirtiéndose la puerta en una parte más del escaparate.

Si la tienda dispone de una entrada grande, la puerta puede ser de dos hojas que dejan un espacio para pasar amplio, cómodo y que invita a descubrir qué es lo que nos ofrecen en el interior. 

Puerta corredera de interior

Pero una puerta corredera también es eficaz para dividir espacios en el interior de edificios de oficinas o locales públicos como hospitales.  En estas ubicaciones una puerta corredera ayuda a mantener la climatización entre áreas que, por su uso, necesitan mantener temperaturas distintas. Hablamos por ejemplo de una zona de laboratorios, de quirófanos, de consultas o, en el caso de oficinas, la sala de ordenadores. 

Otra de las ubicaciones en la que el tándem puerta corredera y climatización funciona bien es almacenes y supermercados. El sistema de climatización de una cámara de frío en un almacén será más eficiente con una puerta corredera que cierre rápidamente la hoja de la puerta. 

Este control de la velocidad de apertura y cierre se traducirá además de un ahorro de energía, en un ahorro de costes.