El mantenimiento de los motores de puertas automáticas de cualquier tipo es esencial para su buen funcionamiento y durabilidad. Si se descuida esta atención unos mecanismos en buen estado pueden dañarse de manera costosa o incluso irreparable.
El engrasado como clave del mantenimiento de motores de puertas
Las pautas para disfrutar durante muchos años de la puerta automatizada de garaje, de almacén o de entrada a nuestro comercio que hemos comprado son sencillas:
- Lubricar
- Limpieza
La primera de ellas es mantener bien lubricados las piezas y engranajes que forman parte de un automatismo para una puerta. Por regla general se calcula que hay que engrasar una puerta cada dos meses.
Para realizar el engrasado lo primero que debemos hacer es comprar un aceite adecuado. No vale cualquier tipo de aceite, si utilizamos uno que no esté preparado para motores podemos dañar los mecanismos.
En cuanto a las piezas que hay que engrasar destacan las bisagras, cerradura y pestillo. Luego, dependiendo del sistema de apertura de cada puerta (corredera, abatible, enrollable…) habrá que lubricar todas las zonas de mayor desgaste y piñones, rodillos, ruedas y, en general, todas las piezas que giren.
Por supuesto, hay que hacer el mantenimiento del motor propiamente dicho. Pero para hacerlo no hay que desmontar el motor. Si hay que hacerlo es mejor recurrir a un experto.
El mantenimiento de motores de puertas demanda limpieza
Otra de las pautas de mantenimiento de motores de puertas automáticas es la limpieza. Puede parecer superfluo pero es esencial. Si en los perfiles, raíles y, en general, en el entorno de la puerta automática se acumula suciedad, se puede entorpecer y dañar el funcionamiento del motor.
Cuidarlo es tan sencillo como barrer y cepillar toda la zona de la puerta. Limpiar de hojas, ramas y tierra los alrededores de la hoja y eliminar cualquier tipo de suciedad y también de insectos o roedores que pueda haber por la zona.
Tampoco hay que olvidar hacer una revisión de los mandos a distancia y de los cuadros de control para verificar su buen estado.
Con estas sencillas pautas lograrás alargar la vida de tu puerta automática.