Facilitar el tránsito de los vehículos en un garaje comunitario es tan sencillo como instalar un motor a una puerta corredera. Una operación que lleva, por regla general, un solo día y que no interfiere en la actividad diaria de los vecinos.
Muchas ventajas, poco coste
Aunque la mayoría de las comunidades disponen de un sistema de apertura automática de puertas, aún quedan algunas pequeñas que se resisten a la mecanización pensando en el elevado coste. Otros casos son en los que el motor se ha roto y se estima que la reparación o instalación de un motor nuevo es muy caro.
Sin embargo esto no es cierto, lo primero que hay que saber es que automatizar una puerta no implica tener que cambiar de puerta. Tan solo hace falta instalar un motor a la puerta y el kit de motorización es barato. Su precio estará en función de la potencia necesaria para manejar la puerta (según peso y dimensiones) y de las prestaciones que incluya.
Los motores de puertas correderas son pequeños y discretos y no requieren de grandes obras de instalación y tampoco implican la compra de mucho material que podría encarecer la cuenta.
Instalar un motor en una puerta corredera, más accesibilidad y seguridad
Sin duda una de las mayores ventajas de motorizar una puerta es la accesibilidad. En un sitio como un garaje de vecinos es fundamental. El tránsito de coches es continuo y sobre todo en horas punta poder manejar la puerta sin tener que abandonar el coche es maravilloso además de favorecer la convivencia. Además de aumentar la comodidad, la automatización también mejora el control de accesos. Un sistema de mandos a distancia o de cualquier otro método nos asegura que nadie ajeno a la finca podrá pasar y podemos estar tranquilos porque la puerta no quedará abierta.