Disfrutar de las ventajas de un toldo automático es lo que te proponemos en Elymar. Decidirse a instalar un toldo mecanizado trae múltiples beneficios, desde una mayor comodidad a una mayor eficiencia y una larga durabilidad.
El toldo automático es cada vez más común en los balcones, ventanas, porches e incluso en las terrazas de bares y restaurantes. El motivo es claro: resulta más práctico y fácil de usar que un toldo manual y continúa en perfectas condiciones durante mucho tiempo.
Cuando se toma la decisión de instalar un toldo obviamente se busca mejorar las condiciones climatológicas de la habitación, del porche o de la terraza donde se coloca. Y es que poder disponer de más o menos sol puede suponer un importante ahorro en calefacción o en aire acondicionado. Dependiendo de cada caso, se puede llegar a reducir hasta un 50% la temperatura y en un 40% el consumo de climatización.
Para conseguir esto hay que elegir una tela adecuada, una lona que sea dura, resistente y que tolere las inclemencias del tiempo. Actualmente existen materiales muy avanzados como telas anti rayos, anti moho o anti pútrido, así como lonas con tratamientos especiales contra el fuego. De esta manera se pueden conseguir toldos que se adapten a las exigencias y necesidades de cada cliente.
Estas son algunas de las ventajas de un toldo automático, pero no son las únicas. Sin duda una de las mayores ventajas es el fácil manejo. Los kits de automatización de toldos se pueden colocar en los productos de nueva creación, pero también en los toldos que ya están instalados. Dependiendo de las características de cada caso, se puede realizar un estudio y acoplar un mecanismo que permita extender o recoger el toldo de marera automática sin tener que hacer un cambio completo del toldo.
Para los casos en los que se quiere poner un toldo donde no lo había, uno de nuestros técnicos le ayudará a contemplar todos los factores determinantes y a elegir el modelo y diseño que mejor responda a sus necesidades.
Con los automatismos para toldos se gana en sencillez, comodidad y eficacia. Cuentan con brazos telescópicos y un sistema de tensión a gas que permite transmitir de manera constante tensión al toldo para que esté estirado y firme en todo momento. De esta manera se asegura el buen mantenimiento y conservación de la lona.
En cuanto a las dimensiones de un toldo automático, hay muchas posibilidades. Los actuales sistemas de anclaje, de fijación y los automatismos permiten realizar toldos de diferentes tamaños, desde muy pequeños a otros de grandes dimensiones, llegando hasta de 10 metros o incluso más. Por tanto, resultan ideales para todo tipo de terrazas o porches tanto privadas como de uso comercial.
Una ventaja fundamental de los actuales toldos automáticos es la posibilidad de que cuenten con un sistema de sensores que permitan recoger o extender el toldo según las necesidades del momento.
Estos sensores son de diferente tipo para adaptarse a las distintas situaciones climatológicas y momentos del día. De este modo, se puede instalar en el toldo un mecanismo que permita la programación horaria, así, por ejemplo, en invierno cuando el sol da en nuestras ventanas el toldo se recoge para dejar entrar la luz y el calor, mientras que en verano se programará para cumplir la misión contraria.
Además de la programación horaria también se pueden instalar sensores de luz, lluvia o viento. De esta forma y mediante un luxómetro, un pluviómetro o un anemómetro el toldo reacciona ante determinada intensidad de alguno de estos fenómenos y se recoge o se extiende.
Lo que se consigue con esto es, además de una mayor eficiencia, una mejor conservación del toldo, ya que no queda expuesto a las inclemencias del tiempo que pueden deteriorarlo. Todo esto se traduce en un coste de mantenimiento inferior, en una mayor durabilidad del producto y el consecuente ahorro de costes.