La puerta automática de vidrio exterior es uno de los sistemas de apertura más empleados en locales comerciales. Los motivos de su popularidad son varios entre los que cabe destacar que dan más visibilidad al interior de la tienda, mejoran la iluminación natural del local y, por supuesto, al ser una puerta automática elimina barreras arquitectónicas e invita a entrar en la tienda.
Pero además de estas características, una puerta automática de vidrio exterior presenta otras ventajas ligadas al aislamiento.
Puerta automática de vidrio exterior, aislamiento térmico y acústico
El vidrio es un material que tiene muchas propiedades y una de ellas es la capacidad de aislamiento térmico y acústico. Por eso, al elegir para tu negocio una puerta de cristal, además de lo antes mencionado, dispondrás de un gran aislamiento térmico que supone un importante ahorro en costes de energía.
La clave está en escoger un vidrio adecuado. Para ello hay que tener en cuenta la ubicación y orientación. No es lo mismo una puerta que siempre está a la sombra o la que recibe durante muchas horas la intensidad del sol. Algo semejante ocurre con la ubicación, una zona lluviosa, con heladas o por el contrario con mucho sol, influye a la hora de escoger el tipo, grosor y número de vidrios que componen la hoja de la puerta.
Sin ruidos dentro ni fuera
Una puerta automática de vidrio exterior aísla también de los ruidos. Si tu local está en una calle con mucho tránsito de peatones y de vehículos puede que esto influya de manera negativa en tu negocio si lo que buscas es dar tranquilidad y relax a tus clientes mientras disfrutan de una taza de café. E igual de importante es no molestar a los vecinos o transeúntes si en tu local hay música o un nivel de ruido elevado.
Para eso hay que conocer lo que se llama el nivel de atenuación acústica (dB) que necesitamos. Esto determinará las características del vidrio y de los demás elementos que configuran la puerta para conseguir el grado de aislamiento deseado.