Una puerta peatonal para un garaje es un elemento que proporciona múltiples ventajas a los usuarios. Sin embargo, a menudo se prescinde de ella obligando a utilizar el portón cuando realmente no es necesario.
La puerta peatonal se puede incorporar en todas las situaciones, no importa el espacio que tengamos. Pero un error muy habitual es creer solo se puede instalar de manera contigua al portón de entrada.
Una puerta peatonal para cada garaje
En Elymar somos expertos en el campo de las puertas y podremos ayudarle a elegir la puerta que mejor encaje con su entorno y que más prestaciones le ofrezca.
A la hora de colocar una puerta peatonal lo primero que hay que tener en cuenta es el espacio del que disponemos. Si hay suficientes metros de fachada se puede instalar de manera contigua al portón del garaje. De esta manera tendremos un acceso independiente para entrar y salir sin tener que recurrir a la puerta grande.
En el caso de los garajes pequeños, o más bien en los que todo el espacio de la fachada está destinado al hueco para la puerta de garaje, habrá que incorporarla en el portón.
Esta opción es muy sencilla. Simplemente se establece en qué zona de la puerta de garaje se instala: en el centro o a uno de los lados. Este tipo de puerta peatonal se puede incorporar fácilmente al diseño de una puerta de grandes dimensiones de tipo batiente, basculante o enrollable.
Mejor cuidado del acceso al garaje
Gracias a la incorporación de una puerta peatonal se obtienen dos importantes ventajas. Por un lado, la facilidad y rapidez de acceso cuando vamos a pie y por otra el mayor cuidado de la puerta del garaje.
Al tener un acceso independiente, el portón del garaje se abrirá menos veces y sus mecanismos y sistemas de anclaje sufrirán menor desgaste.